La ONG de las artes escénicas
Somos una organización sin ánimo de lucro dedicada a llevar alegría y apoyo emocional a quienes más lo necesitan en momentos de crisis. Desde 1993, artistas y profesionales de las artes escénicas se han unido con un propósito: ofrecer sonrisas y esperanza a las personas más vulnerables.
Acompañamos a comunidades afectadas por conflictos bélicos y desastres naturales, brindando espectáculos que alivian el trauma y fortalecen la resiliencia. Actuamos en campos de refugiados y zonas de emergencia porque creemos en el poder transformador de la risa: un arma de construcción masiva que une, sana y devuelve la dignidad.
El poder transformador de la risa
La risa y la diversión son esenciales para la resiliencia emocional y la salud mental. A través de ellas, llevamos esperanza a niños y niñas de todo el mundo, ayudándolos a superar traumas y a encontrar esperanza en situaciones difíciles.
Risa y resiliencia
La risa crea conexiones y fortalece la capacidad de enfrentar adversidades.
Diversión sanadora
“Hacer el payaso” trasciende el entretenimiento, generando conexión, bienestar y esperanza.
Más de 30 años compartiendo la risa
Payasos Sin Fronteras nació en 1993 con un propósito claro: llevar alegría a quienes más la necesitan. En medio de guerras, crisis y desastres naturales, hemos descubierto que la risa es un refugio, un lenguaje universal que une, sana y devuelve la esperanza. Desde entonces, viajamos por el mundo para recordar a cada niño y niña que, pase lo que pase, su derecho a reír jamás desaparecerá.
¿Cómo empezó todo?
Durante la Navidad de 1992, Tortell Poltrona recibió una llamada de unos niños y niñas de la Escuela Projecte de Barcelona donde le proponían llevar su espectáculo a la guerra Yugoslava por los niños y niñas de un campo de refugiados con los que se comunicaban a través de una pionera red telemática.
Proponían celebrar una jornada por la Paz simultánea en las escuelas conectadas a la red y querían enviar alegría a la guerra de los Balcanes. Los niños y niñas habían recaudado dinero para los gastos del viaje.
El primer viaje a Yugoslavia
El 26 de febrero de 1993, Tortell Poltrona, junto con su compañera Montserrat Trias y su hijo, Blai Mateu, realizaron el primer espectáculo en el campo de refugiados de Veli Joze en Savudrija, actual Croacia. En esta función las diferentes familias enfrentadas por la guerra rieron juntas, convirtiendo la risa en un canto a la paz y a la resiliencia; evidenciando la utilidad de las artes del circo como arma de construcción masiva y transformación social.
Fundación de Payasos Sin Fronteras
Se decidió realizar un segundo viaje dos meses después con un grupo de malabaristas (Boni y Caroli). En este viaje se sentaron las bases para la creación de una organización que ayudara a los artistas a repetir estas experiencias; haciendo espectáculos para las personas que sufren situaciones de crisis, especialmente para la infancia, de forma gratuita, como los niños de la escuela Projecte habían pedido inicialmente.
Expansión internacional
En 1994 hubo 19 expediciones. En los siguientes años, respetando las mismas normas éticas con las que se fundó la organización española, se crearon en Bélgica, Canadá, Francia, Alemania, Irlanda, Sudáfrica, Suecia y EE.UU. nuevas organizaciones. Actualmente ya son 15 los países miembros.
La sección española, desarrolla su actuación tanto en el ámbito nacional a favor de la infancia más desfavorecida en España, como en el ámbito internacional para la infancia refugiada y desplazada afectada por conflictos armados y desastres naturales y ha realizado más de 500 expediciones que han beneficiado a millones de niños y niñas en todo el mundo.
La risa es un idioma universal
Somos pacifistas y creemos en el poder del respeto, la tolerancia y el diálogo para construir un futuro mejor. En los campos de refugiados, donde conviven personas de distintos orígenes y religiones, usamos el humor para unir y fortalecer la comunidad. Más allá de fronteras y creencias, fomentamos una cultura de paz, recordando que la risa es un idioma universal que nos conecta a todos los seres humanos.
"Nos han traído de todo: libros, juguetes, ordenadores... Pero nunca nadie nos había traído vida."
Director de una escuela de Sri Lanka
que sobrevivió al tsunami en 2006